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¿Qué aprendizajes nos deja la aplicación de la Historia Clínica Electrónica Nacional en Uruguay y qué oportunidades tiene a futuro?

A pesar de ser uno de los hitos más importantes que se ha desarrollado en Uruguay en relación con la incorporación de las TIC al sector, la implementación de la Historia Clínica Electrónica Nacional (HCEN) se ha quedado a medio camino: si bien  el registro de las historias clínicas se pasó a realizar en formato digital, los datos siguen estando únicamente disponibles para el uso de la prestadora de salud a la cual el paciente está afiliado, sin generar un capital de datos a nivel del sistema.

Si bien la concepción original del HCEN tiene como principal cometido poner a disposición la información clínica del paciente desde cualquier punto conectado al sistema de salud, independientemente del lugar geográfico y del prestador de salud donde se presente el usuario, no se está cumpliendo en la actualidad.

Esto hace que, si bien el uso de técnicas de análisis de Big Data[1] está revolucionando el mundo en múltiples áreas del conocimiento y de los negocios, los ejemplos de su aplicación en el sistema de salud uruguayo son menos abundantes que por ejemplo en la industria financiera, el retail o las telecomunicaciones.

En el caso de la salud, la aplicación de técnicas de análisis de datos podría traer grandes beneficios en dos grandes áreas: la gestión de instituciones del sistema, así como el apoyo de diagnósticos y análisis clínicos.

Las aplicaciones del análisis de datos a la gestión, con el fin de hacer un óptimo uso de los recursos y lograr mayor eficiencia en los procesos, parece clave en el escenario actual del sistema. La Reforma de la Salud implementada en el año 2007, extendió obligatoriamente la cobertura médica de los trabajadores a su núcleo familiar. Este hecho se tradujo en un aumento de los afiliados al sistema de salud uruguayo. Dadas las características inherentes al mercado de la salud (elevados costos fijos que operan como barrera a la entrada de nuevos prestadores en el corto plazo), esta expansión de la demanda no fue del todo acompañada por la oferta. Este hecho supone el riesgo de que, eventualmente, la calidad de los servicios prestados se vea sensiblemente afectada, a la vez que, con un alto porcentaje de los ingresos del sistema mutual topeado por la cantidad de afiliados a las instituciones, existen incentivos para disminuir los costos.

El uso de datos para la gestión, permitiría grandes ahorros en materia económica y financiera para el sistema: aproximadamente 10% del gasto promedio por individuo del sector se destina a la compra de medicamentos. El “sobrestockeo” se ha consolidado como una práctica habitual de los prestadores, al no existir un sistema de trazabilidad de los medicamentos o un registro sistemático que vincule la demanda con las características sanitarias de cada usuario.

Asimismo, en el mundo desarrollado hay un movimiento hacia la medicina basada en la evidencia, que involucra el uso de datos clínicos con el fin de realizar medicina analítica. La HCEN podría ofrecer libre disponibilidad a los datos de todos los pacientes del sistema, separando el cuerpo de los datos de la identidad de la persona y garantizando la anonimización requerida, con el fin de realizar análisis estadísticos mucho más precisos sobre los principales determinantes de las enfermedades, identificar patrones en el curso de las mismas, permitiendo efectuar diagnósticos más tempranos y mejorando la eficiencia del tratamiento recomendado.

Es por ello que el escenario actual exige por parte de las instituciones, la incorporación de técnicas de análisis de datos con el fin de lograr una optimización de los recursos sin detrimento de la calidad de los servicios. Como sustento de esto por parte del regulador es necesaria, además de la aplicación de reformas en el sistema de salud en cuanto al modelo de financiamiento, al modelo de gestión y cambios en el modelo de atención, la implementación de políticas públicas que garanticen el acceso a sistemas de información que permitan hacer frente a estos desafíos. 

 

 

[1] Termino que se utiliza para hacer referencia a los grandes volúmenes de datos que las nuevas tecnologías permiten capturar.